Tu
eres el único responsable de tu vida, no culpes a nadie y la suerte
es el pretexto de los fracasados, son algunas palabras que quizás ya
habrás escuchado con anterioridad o por lo menos te suenen
conocidas. Es muy probable que alguno de tus maestros, amigos o tal
ves tus padres o familiares, te las hayan dicho en algún momento de
tu vida.
Creer
que nuestra personalidad ha sido forjada en su mayoría por nuestros
padres es lo más común, por lo que juzgamos la manera en que ellos
nos educaron, es más los culpamos de la manera en que hoy nos
comportamos debido a sus enseñanzas.
Debemos
entender, por una parte que nuestros padres nos criaron de la mejor
manera que pudieron, pues sus enseñanzas nos las transmitieron según
lo que ellos mismos habían aprendido de sus padres, y sus padres de
sus padres y así sucesivamente. Pero por otro lado también debemos
entender que somos nosotros los que decidimos, como seres
independientes y autónomos, lo que nos sirve y lo que no nos sirve,
para cambiar aquello que no está siendo positivo en nuestro
desarrollo personal.
Ahora
escucha lo nos dice Pablo Neruda acerca de este tema, en su poema:
No
Culpes a Nadie
Nunca
te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tu has hecho
lo que querías en tu vida.
Acepta
la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar
corrigiéndote
El
triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error.
Nunca
te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala con valor y
acéptala.
De
una manera u otra es el resultado de tus actos y piensa que tu
siempre has de ganar.
No
te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate
ahora o seguirás justificándote como un niño. Recuerda que
cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan
terrible para claudicar.
No
olvides que la causa de tu presente es tu pasado así como la causa
de tu futuro será tu presente.
Aprende
de los audaces, de los fuertes, de quien no acepta situaciones, de
quien vivirá a pesar de todo, piensa menos en tus problemas y más
en tu trabajo y tus problemas sin eliminarlos morirán.
Aprende
a nacer desde el dolor y a ser más grande que el más grande de los
obstáculos, mírate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte
y dejarás de ser un títere de las circunstancias porque tu mismo
eres tu destino.
Levántate
y mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer.
Tú
eres parte de la fuerza de tu vida, ahora despiértate, lucha,
camina, decídete y triunfarás en la vida; nunca pienses en la
suerte, porque la suerte es: el pretexto de los fracasados.
Pablo Neruda
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