Una Historia De Motivación – O, ¿Una Realidad?
¿Vives
en la desorientación total? No sabes de dónde vienes, en dónde
estás y mucho menos sabes a dónde vas? Aquí te dejo este post, que
me ha llevado a reflexionar positivamente. Léelo hasta el final,
puedes aprender de él. Realmente espero que te ayude en algo, si es
que vives en un estado de confusión.
Esta
es una historia que de alguna manera te dejará un mensaje positivo
de como ver la manera en que debieras entender la vida y quizás
hasta te muestre la manera en que la quieres vivir.
El
árbol que estaba confundido
“...Había
una vez, algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo
que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín, con manzanos,
naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y
satisfechos.
Todo
era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente
triste. El pobre tenía un problema: “No sabía quién era.”
-Lo
que te falta es concentración, le decía el manzano,
-si
realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas. ¿Ve que
fácil es?
-No
lo escuches, exigía el rosal. Es más sencillo tener rosas y -¿Ves
que bellas son?
Y
el árbol desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no
lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado.
Un
día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y
al ver la desesperación del árbol, exclamó:
-No
te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos
seres sobre la tierra. Yo te daré la solución. No dediques tu vida
a ser como los demás quieran que seas. Sé tu mismo, conócete, y
para lograrlo, escucha tu voz interior. Y dicho esto, el búho
desapareció.
-¿Mi
voz interior…?
-¿Ser
yo mismo…?
-¿Conocerme…?,
se preguntaba el árbol desesperado, cuándo de pronto, comprendió.
Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo
escuchar su voz interior diciéndole:
-Tú
jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada
primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es
crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los
viajeros, belleza al paisaje.
-Tienes
una misión “Cúmplela”.
Y
el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser
todo aquello para lo cual estaba destinado. Así, pronto llenó su
espacio y fue admirado y respetado por todos. Y sólo entonces el
jardín fue completamente feliz.
Y
tú… ¿dejas crecer el roble que hay en ti?
En la vida, todos tenemos un propósito que cumplir, un espacio que llenar. No permitas que nada ni nadie te impida conocer y compartir la maravillosa esencia de tu ser....”
En la vida, todos tenemos un propósito que cumplir, un espacio que llenar. No permitas que nada ni nadie te impida conocer y compartir la maravillosa esencia de tu ser....”
¿Que
te pareció la historia?
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