Muchos
de nosotros hemos tenido malas experiencias al hablar en público y
para otros, fue tal el suceso, que los sigue atando y no logran
expresarse con fluidez. ¿Cuál es tu actitud cuando algo sale mal en
tu exposición? Si se cometió un error, es hora de superarlo y
seguir adelante. No está mal cometer errores, lo que si está pero
muy mal es cometer errores y no aprender de ellos. No tengas miedo de
que en algún momento puedas cometer un error, así es como
acumularás más experiencia hablando en público o como orador.
Si esto es así no te condenes a ti mismo, acéptalo rápida y
enfáticamente, y aprende de ello. Todo depende, no tanto del error
en si sino más bien de la siguiente pregunta: ¿Cómo tomas los
errores? Se sincero, toma unos minutos para contestar esta pregunta,
sólo para ti, continua leyendo. Aprende y aplica los siguientes
consejos al hablar en público.
Utiliza
la respiración profunda para aliviar los nervios. Una buena
técnica, cuando se trata de hablar en público es hacer uso de la
respiración pero profundamente. Esto te ayudará a estar más
relajado y a desvanecer los nervios. Respirar de forma profunda hace
que nuestro cerebro se llene de oxígeno, despeja nuestras ideas y
nos permite pensar mejor. Muchas veces las personas reconocen saber
muy bien la materia o el contenido a exponer pero los nervios
producen un bloqueo mental. Evita esto respirando de la forma
adecuada, respira de tal manera que se pueda apreciar un movimiento
en tu abdomen.
Enfócate
en el contenido mismo de la presentación. Centra tu energía en
que tu público esté verdaderamente captando tu mensaje. Debes
introducir tu mente en el contenido mismo de la presentación. Si te
enfocas en ello, fácilmente te olvidarás de los nervios y hasta del
hecho de hablar en público. Ya no pienses en: “Estoy hablando en
público y todo me ven”. Si te centras en tu mensaje y en que éste
sea comprendido por tu audiencia, ni siquiera te acordarás que
efectivamente estás hablando en público. Por esa razón es
necesario sentir pasión por nuestro tema a presentar.
Se
sincero, simple, auténtico y transparente. Exprésate ante el
público tal y como eres, no trates de asumir una posición que no
va contigo. Siempre respetando las normas, según el lugar y la
ocasión a donde corresponda tu presentación. No trates de ser otra
persona, ¡SE TU MISMO! Una cosa, es aprender de los más
experimentados para implementarlo en tus exposiciones, y otra cosa es
querer ser esa otra persona. Como bien se ha demostrado muchas veces,
los mejores oradores son los que actúan y se desenvuelven con
naturalidad ante las demás personas. Nunca trates de buscar la
aprobación de los demás para sentirte bien. De hecho en algunas
ocasiones deberemos hablar ante un público el cual, desde un inicio
sabemos que, posee ideas contrarias a las nuestras
Enfrenta
a tu miedo. El miedo es una defensa natural, la cual nos
ayuda a defendernos como seres vivos. Nos sirve para defendernos de
cualquier amenaza externa que pueda significar un peligro para
nuestra vida. Como bien sabemos, hablar en público no significa un
peligro real que valla en contra de nuestra vida, sin embargo el
miedo en esas condiciones se activa por dos razones: Porque nos
enfrentamos a algo nuevo o porque tenemos miedo a hacer el ridículo.
Peses a esto, sucede algo especial con el miedo. Cuando el ser humano
se expone repetidas veces a una misma situación aunque esta le haya
provocado miedo, en un principio, este se llega a perder. Si se
repite el evento, cada vez nos daremos cuenta de que tal situación
no significa un peligro real por lo tanto el miedo es injustificado.
Esto sucede también con la actividad de hablar en público, de hecho
cada vez que lo hacemos bien se convierte en una sensación de placer
y de agrado. Cada experiencia positiva cuando hablamos en público va
quedando en nuestra mente. De esta manera un evento el cual en un
principio percibíamos como negativo se convierte en una actividad a
la cual le encontramos el gusto.
Habla
en publico. Pero, ¿qué hacer para dominar el miedo al hablar en
público? ENFRENTAR AL MIEDO. Ponte de pie y empieza a hablar en
público aunque tengas miedo. ¡HAZLO, HABLA EN PUBLICO! La mejor
manera de derribar el miedo y hasta la fobia de hablar en público es
igual a vencer cualquier otro miedo, enfrentándolo. Recuerda cuando
aprendiste a andar en bicicleta o cuando aprendiste a patinar y lo
que sufriste al subirte a una patineta, simplemente recuerda
cualquier cosa que te dio miedo en tu infancia y lo superaste, con el
pasar del tiempo te diste cuenta como el miedo empezaba a disminuir
hasta que lo controlaste.
Cuando
hables en público, hazlo con pasión y de un tema que domines y que
le interesa a la gente. Interactúa con tu audiencia haciendo
preguntas abiertas, con buen humor y anécdotas agradables. Algo de
suma importancia es que seas tu mismo y por favor no leas en público,
pues eso no es nada agradable. Los gestos valen más que mil palabras
recuerda que los ojos son los que controlan el auditorio. Mantén el
cuerpo erguido y las manos sueltas, muévete y maneja todos los
espacios. Empieza con mucho impacto y termina tu platica con un
impacto mayor. Sólo una cosa más te sugiero que, si no los dominas,
trates de evitar los temas de mayor polémica en el auditorio, como:
religión, política, sexo y deportes.
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